14 abril 2008

Luces en el cielo

Eran cerca de las 3 de la madrugada cuando salimos de casa de Pedro. Habíamos dejado a medias "La comunidad del anillo" y andabamos con algo de prisa porque Bruno tenía que trabajar al día siguiente. Después de rotar en el ascensor como marca la tradición, mientras hablabamos tranquilamente por la calle, de repente Juanma se paró y se quedo mirando hacia arriba.

Tere: ¿Que pasa Juanma?
Juanma: He visto una luz.
Todos: ¿Eing?
Álvaro: ¡Ya la veo! Es un laser que va pasando de un lado a otro.
Leo: Yo también la veo, mira ahora.
Tere: Yo sigo sin ver nada.
Juanma: Tapa con la mano la luz de la farola, que verás mejor.

La subrealidad hizo su aparición cuando al tapar la luz de la farola nos encontramos a las tantas de la noche haciendo el típico saludo hitleriano mirando todos en la misma dirección. ¿De dónde provenía aquel láser? ¿Cómo es que estaba encendido tan tarde?

Dejé a Bruno, a Álvaro y a Tere en el barrio, pero la duda seguía ahí. Álvaro tenía muchas ganas de ir a buscar el láser, pero era ya muy tarde como para volver al barrio; así que con Manowar en la radio y una buena dosis de paciencia, nos lanzamos Juanma y yo a la búsqueda de aquella misteriosa luz.

Una vez llegamos de nuevo al barrio de Pedro intentamos localizar la luz desde el coche y seguir por las calles que más o menos veíamos que nos podían acercar al haz de luz. Como con los cristales del coche no se veía mucho, Juanma iba con la cabeza por fuera de la ventanilla (al más puro estilo Ace Ventura) y me iba chillando por dónde quedaba la luz, mientras yo intentaba buscar los callejones más adecuados para tirar con el Discovery.

Como podéis imaginar la estampa no era muy normal, y más de uno se nos quedaba mirando (recuerdo que ya eran cerca de las 3:30 de la noche). Gracias a que toda aquella zona la había catastrado no me fue dificil seguir la ruta: Pasamos por detrás de la casa de Pedro, rodeamos el cementerio de San Miguel con sus divertidos nichos destartalados, y fuimos subiendo por detrás del Seminario en dirección al Limonar.

Como esa zona estaba poco iluminada se veía muy bien el Laser y parecía que estaba cerca (ilusos de nosotros), peo al llegar al Limonar la luz no parecía acercarse y nos pareció que venía desde la playa. Decidimos llegar entonces hasta el paseo marítimo y seguir buscando desde allí, aunque lo más seguro era que la luz viniese del barco discoteca que los fines de semana sale por la playa; lo cual era desilusionante.

Llegamos al paseo marítimo, pero la luz no venía de la playa, venía desde la izquierda, por detrás del Limonar. ¡¿Qué es eso?! ¡En una fracción de segundo vimos como en una pared bastante grande, muy lejos detrás de los edificios, estaban proyectando una película! Ya sabíamos de dónde venía el láser, ¡pero necesitabamos llegar hasta allí!.

Di la vuelta donde pude y aparcamos para seguir a pie. Las calles eran un laberinto y más de una vez nos topamos con un callejón cerrado. Finalmente encontramos una gran cuesta semi a oscuras con muy mala pinta pero con la luz justo encima. (Pinchad las imágenes para verlas en grande). Como no había muchos ánimos de subir a pata bajamos a por el coche e intentamos dar con el camino que llevaba a la cuesta. Nos perdimos en un par de ocasiones hasta que dimos con el camino, y ya cuando estabamos subiendo la cuesta me giré y vi la fiesta de luces y de colorido que nos esperaba.

Giré en un par de calles y aquello se empezó a llenar de gente, parecía una marabunta. Una fila interminable de taxis llenaban las estrechas calles que llevaban a un gran edificio que cambiaba de colores, lleno de logotipos del festival de cine español. Aunque era tarde aparcamos e intentamos acercarnos. Aquello estaba lleno de gente vestida para la ocasión peleándose por coger un taxi (imaginaos el cante que dábamos allí), y llegamos hasta la puerta de nuestro destino: El Hotel Castillo Santa Catalina. Aunque Juanma se moría de ganas de entrar la verdad es que al cosa estaba difícil, todo el mundo salía por las puertas a trompicones, y había una ristra de policías vigilando. Así que nos contentamos con sacar un par de fotos de nuestra hazaña. ¡Aquí las tenéis!

Y bueno, aquí concluye nuestra pequeña aventura. Resolvimos el misterio, nos reímos un buen rato y me echaron una minibronca por llegar tan tarde, ¡pero valió la pena! xD ¡Hasta Luego!



3 comentarios :

  1. Buen trabajo, detectives! Ya pensaba que me iba a quedar con la curiosidad de saber de dónde venía la luz. Que pena no poder haberos acompañado en la aventura.

    Resulta que la cena del último congreso que organizamos se celebró en ese hotel, así que sé por dónde queda. Me ha gustado que hayan usado una de sus paredes para proyectar una película.

    Enhorabuena y gracias por el relato!

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  2. Qué buena la aventurilla! :D me ha encantao, y cuando me he hecho la imagen mental de Juanma a lo Ace Ventura en el todoterreno ... XD qué bestia.

    Enhorabuena por el hallazgo y la consecución del objetivo! Viva la subrealidad! ^_^

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  3. ¡Qué aventurilla! ¡viva la curiosidad!

    (reconozco que me ha enganchao jajaja)

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