12 octubre 2009

Sabor a historia

Hola, comensales de lo curioso.

Estaba yo teniendo hambre el otro día y pensé "¿habrá tenido la gente hambre siempre?" Pues claro que sí ¿qué clase de pregunta es esa? Sin embargo no todas las personas la han saciado igual: ha habido visionarios que han tomado esta oportunidad para crear recetas espectaculares a su medida y darle la vuelta a las existentes a su antojo ¡Este es el post de algunas recetas históricas!

Chateando el otro día con Pedro sobre Shawarmas y Kebabs, y combinando lo que me dijo él con mis investigaciones llegamos a la conclusión que tienen ascendencia distinta: al döner kebab (carne que da vueltas) o shawarma se le asigna un origen turco, pero ciertamente es un invento alemán, que tomó la receta persa y la adaptó a los gustos occidentales. El Kebab (literalmente "carne a la parrilla") tiene origen iraní y no se sirve con pan, sino con arroz y verduras asadas. Éste es, digamos, el origen de la receta. Sin embargo la forma de prepararlo pervierte el producto según el país donde se consuma.


Para el conde John Montagu, jugador de naipes habitual, mancharse los dedos con su embutido era cosa de plebeyos ingratos, así que, ni corto ni perezoso, ordenó a su mayordomo que trajera sendas rebanadas de pan para cubrir su tentempié. La cosa tuvo mucho éxito entre sus colegas y la "receta" fue llamada como su creador, el conde de Sandwich (y no, su condado no estaba cubierto de pan).

Curiosa la historia de la Tarta Sacher (o sachertorte), creada por Frank Sacher en Budapest, aunque su consagración como repostero llegó en Viena, donde abrió una tienda de delicatessen. Cómo estaría de buena la tarta que su hijo Eduard la utilizó como insignia para crear su cadena de hoteles: Hotel Sacher. La cosa funcionó (y tanto) y tanto dinero generó que hoy en día aún hay disputas sobre los derechos de la receta, que se dividen entre los descendientes "reposteros" y los descendientes "hosteleros". La de los primeros se llama "Eduard Sachertorte" y la de los segundos "Original Sachertorte".

Disputas hay también en el origen de la ensalada César: unos lo atribuyen al chef César Cardini y otros a uno de los empleados que trabajaban en su cadena de hoteles: Livio Santini. Ya sea por el hotel o por el autor, el nombre de esta ensalada. Sí que está claro por qué la Pizza Margarita se llama así, y es que fue un regalo a la reina Margarita de Saboya de un peazo de pizzero como la copa de un pino que versionó la típica pizza con tomate (uf, qué explosión de sabor) con queso y albahaca, emulando los colores de la bandera de Italia.



Y para terminar con una receta nuestra tenemos el Cocido Madrileño (bueno, nuestra nuestra no, española me refiero). No se si sabéis que el cocido madrileño tiene "tres platos" en uno: el caldo, los garbanzos y la pringá. Pues bien, cuando los franceses invadieron la península, los españoles, pensando que en cualquier momento podrían ser sorprendidos por los galos y perder sus posesiones y su comida, decidieron comerse el cocido en orden inverso: primero la carne (que era lo más caro), después los garbanzos y por último el caldo, por si se tenían que llevar algo que se llevaran lo que menos costara.

Bueno, espero que os haya abierto el apetito, o por lo menos espero no haber abierto la puerta al infierno ¡hasta otra!

3 comentarios :

  1. No me queda más remedio que opinar sobre la TODOPODEROSA "SACHERTORTE", que Cheto y yo tuvimos el privilegio de degustar en Vienna, en febrero.

    Se trata de una tarta hecha a base de chocolate puro (aunque las variantes también le ponen bizcocho de chocolate y crema de fresa), y un poco de licor de albaricoque, que le da ese toque especial que sólo posee la Sacher.

    En cuanto al Hotel Sacher... Todo un despropósito de lujo y glamour por metro cuadrado, donde un triángulo de tarta de cuesta la friolera de 10 euros. PIM!!!

    Aunque eso no quita que sea uno de los lugares más carismáticos de Vienna, ni uno de las citas de parada obligada. Aunque en sus alrededores podremos encontrar muchas cafeterías y pastelerías donde nos sirvan un auténtico café vienés y una sachertorte. Y es que son dos cosas que, sin duda, han de ir juntas ;)

    Aaaaaaaaaaaaaghhh!!! Para qué me has recordado la Sachertorte? Se me hace la boca agua sólo de acordarme de esa tarta tan TRE-MEN-DA-MENTE WENAAAA!!!

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  2. Que curiosa me ha parecido la historia del cocido!

    Aunque yo me quedaría con el caldo y dejaría los garbanzos :3

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  3. Curioso post culinario ^_^

    Y, al igual que Mavi, tuve el placer de probar la Sachertorte allá por esas tierras vienesas y puedo corroborar que taba tremenda! XD (y eso que nos comimos sólo un pequeño cubo de sachertorte) na más que hay que ver la foto de Mavi mientras se la estaba comiendo, la cara de éxtasis culinario que tenía :P

    Lo del cocido y el sandwich sí lo conocía, pero lo de la pizza margarita no :) siempre se aprende algo nuevo.

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