¡Hola, coleguillas peludos! Para ver si entre todos resucitamos Amarok hoy voy a regalar a vuestras pupilas otra de mis poesías: una nana que escribí para un compañero del master que acababa de ser papá (no era He-man) ¡Aquí la tenéis!
Un huequito entre mis brazos
basta para cobijarte,
una humilde cuna, un lazo
que tu sonrisa ha hecho arte,
mi pequeño...
¿Cómo puedes ser gigante?
¿Cómo haces para estar
cada día en mi trabajo,
a mi lado al despertar
y en cada uno de mis sueños,
mi pequeño?
Déjame escuchar tu llanto,
de lágrimas que dicen "te quiero".
Déjame escucharlo
para ir a consolarte
cubrirte de besos, abrazos,
caricias, agasajos...
para sentirte grande,
mi vida, y yo pequeño.
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