¡Aquí estamos!

Este post no podía titularse de otra manera. Detrás del "Aquí estamos" y "a echar el día" que sirvieron como carta de presentación, se esconde un ilustre antequerano, al que dedico este post: Antonio.

Hará cosa de 5 años que conozco a Antonio, pero es desde hace un mes cuando empecé a conocerle de verdad. Como muchos sabéis, nos fuimos de crucero con gente de la facultad. En un vago sondeo para detectar nuestro nivel de francés e italiano, el antequerano se reveló conocedor del idioma de Dante, eso sí, sin asistir a clases ni cursos por el estilo. Ante nuestro asombro, el dominio del italo-andalú que mostró fue sobresaliente. "¡Este Antonio es un cabrón!", pensamos. Además, nos enseñó a bailar el "Chocolate" paralelamente.

Fue hace unos cuatro días cuando Antonio me dijo que a él le encanta la ópera, sin importarle cruzar el país si es necesario para ver una buena obra. Pues bien, resulta que la fuente de sus conocimientos italianos venían de ahí, de su afición. Afición, "hío puta", como diría El Zamorano. Resulta que Don Antonio, en su tiempo libre, había venido a traducir unos ¡12 libretos de ópera! Y en particular, de la obra de Rossini (el del Barbero de Sevilla), de quien se muestra un gran fan.

1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12

Alguien capaz de hacer esto no tenía más remedio que acabar metido a colaborador en varias revistas de ópera, como son Filomúsica y Sinfonía Virtual.

"¡Pero Antonio..!" Tal es su pasión por Rossini que, además de visitar religiosamente su tumba en Florencia, se tomó la libertad de escribir un libro sobre su obra: Gioachino Rossini - Más allá de Ilbarbiere (que lamento no poder adjuntar).

¿Friqui, verdad? Y como todo buen friqui, Antonio regenta su propio blog y administra un foro de ópera que, para más sorpresa mía, le convirtió en vice-presidente de una asociación nacional de ópera (lo siento, ya no me acuerdo del nombre!)

Me quedé perplejo. En 10 minutos Antonio cambió la idea que de él me había forjado durante todos estos años. Años en los que ya habíamos conocido su faceta reivindicativa, luchando por los derechos de los estudiantes que cada día viajan desde Antequera (lucha que, por cierto, nuestro Juanma de toda la vida aprovechó para una novela). Aquí podemos ver dos de sus entrevistas en Localia con respecto al caso.





Post largo quedó este, proporcional a la admiración que le tengo a mi colega Antonio, a su cultura, a su pasión, a su fuerza de voluntad, a su entusiasmo,... vaya, que ahora es mi ídolo. Un saludo a todos y un abrazo a Antonio, que me ha prometido pasarse regularmente por este nuestro humilde blog.